TEJIDOS DE PROTECCIÓN SOLAR

Caracteristicas y ventajas de los tejidos de protección solar

Los tejidos de protección solar para toldos y cortinas, están diseñados y fabricados para ofrecer la máxima protección térmica, lumínica e impermeable en su caso, y forman parte del sector de los textiles de uso técnico.

Estos textiles son materiales que dan respuesta a exigencias técnico-cualitativas elevadas (rendimiento mecánico, térmico, durabilidad, etc.) confiriéndoles la aptitud de adaptarse a una función específica y a su entorno, 

Las diferentes texturas y materiales utilizados están diseñados para adaptarse a la decoración y funcionalidad, tanto de exteriores como en interiores.

En el caso de los tejidos técnicos permiten el grado de apertura para dar mayor o menor visibilidad al exterior según el gramaje escogido.

 

– Evitar el efecto invernadero:

Cuando sobre los textiles o demás objetos incide una radiación solar, estos almacenan el calor y emiten infrarrojos que generan un calentamiento conocido como “efecto invernadero”. Cuanto más oscuro sea el textil u objeto, mayor será la cantidad de calor almacenada.
Una de las funciones claves de los textiles de protección solar es evitar que se produzca este efecto invernadero en el interior de los habitáculos. Cuanto mayor sea el porcentaje de radiación solar eliminado por el textil menor será la capacidad de producirse este efecto invernadero.

 

– Evitar deslumbramientos:

Los deslumbramientos son efectos de la radiación solar como consecuencia de las distintas variaciones que posee la luz natural. Sin duda, la eliminación de ellos contribuye a mejorar el confort en el interior del habitáculo.
El color del tejido y el porcentaje de transmisión solar que es capaz de eliminar son dos factores que determinaran la mayor o menor capacidad que poseerá un determinado textil de evitar los deslumbramientos. Los colores metalizados favorecen la eliminación de deslumbramientos

 

– Ahorro energético:

El empleo de un textil de protección solar en un edificio intervendrá, sin lugar a dudas, en el ahorro energético del mismo. No obstante, no es suficiente con aplicar un textil de protección solar, se debe escoger la mejor alternativa existente en el mercado para cada situación con el objetivo de conseguir limitar al máximo la demanda energética de los edificios.

 

Estabilidad dimensional del tejido:

La estabilidad dimensional representa una característica fundamental en este tipo de textiles, ya que evita la deformación del artículo en el momento de colocarlo o de utilizarlo, impidiendo la formación de las conocidas “bolsas”.

Cuanta mayor estabilidad dimensiona, posea menos se deformará.
Esta propiedad adquiere una importancia mayor, si cabe, cuando el artículo es aplicado en el exterior de los edificios y, principalmente, en las de grandes dimensiones, donde la estabilidad dimensional es un factor clave.

 

Gama de colores:

La posibilidad de poder escoger diferentes posibilidades de colores es fundamental en los textiles de protección solar. Ello es debido a que reaccionan de forma distinta ante la incidencia de una radiación solar. Así, los tonos oscuros absorben gran cantidad de radiación solar, mientras que los tonos claros reflejan gran cantidad de radiación solar.
Evidentemente, el valor exacto de reflexión y absorción de la radiación solar no dependerá únicamente del color del textil, sino que también dependerá de otros factores como el factor de obertura.

 

Gramaje adecuado:

El gramaje y el espesor son dos parámetros que influirán en la flexibilidad del tejido. Es por esto que ambos deben ser especialmente seleccionados para obtener la flexibilidad correspondiente.
El gramaje dependerá del título del hilo, de la densidad de los hilos y del recubrimiento empleado, ya sea en el hilo o en el tejido.

 

 Resistencia a la tracción:

La resistencia a la tracción, tanto en el sentido de la urdimbre como en el de la trama, es un parámetro importante en este tipo de textiles donde, por un lado, se les exige un número muy elevado de accionamientos de plegado y extendido y, por otro lado, que acostumbran a instalarse en grandes dimensiones de tejido.

 

-Resistencia al desgarro:

El viento, los esfuerzos a los que se somete el textil como consecuencia de su utilización o la intemperie pueden provocar desgarros. La selección de la materia prima empleada, la estructura del tejido y su acabado determinarán el nivel de la resistencia a este factor.
Al igual que en el caso de la resistencia a la tracción se obtiene el resultado en decanewtons (daN) y sobre una probeta de 5 centímetros de ancho.

 

Factor de abertura:

Aunque se puede obtener a través de diferentes soluciones tecnológicas, todos los textiles de protección solar requieren una estructura que permita el paso de la luz y del aire. De esta forma se consigue regular adecuadamente el efecto térmico del sol y el control de la luminosidad. Estas oberturas en el tejido se pueden obtener a través de la regulación de la tupidez del tejido y el ligado del mismo (“micro-perforaciones”) o bien mediante la generación de las denominadas “micro-aireaciones” sobre el acabado del mismo.
Uno de los parámetros que permite catalogar los textiles según su mayor o menor estructura perforada es el factor de abertura. Dicho factor representa el porcentaje de superficie del tejido perforada respecto a la superficie total del mismo.